El control de esfínteres es un logro más dentro de los hábitos de autonomía que van adquiriendo los niños progresivamente.
Supone un proceso que implica:
- Madurez fisiológica y del sistema nervioso para que el esfínter de la vejiga y el ano adquieran la capacidad de retención.
- Aspectos emocionales (sentimientos de niños hacia sus excrementos, relación con la madre, con los adultos…)
- Aspectos sociales (cultura, ambiente familiar…)
En este proceso hay que tener en cuenta el momento evolutivo en el que se encuentra el niño, que haya adquirido el grado de desarrollo suficiente para poder controlar y que pueda comprender lo que los adultos le quieran decir.
Este proceso no debe coincidir con ningún cambio significativo y costoso para ellos ( separaciones nacimiento de hermanos, cambios de casa…). Por esto es conveniente esperar a que el niño tenga la madurez suficiente. Esto suele suceder alrededor de los dos años.
Estos son algunos de los indicadores para detectar que vuestro hijo esta preparado:
– Si tiene la capacidad motriz y de equilibrio para sentarse solo.
– Si manifiesta de alguna manera, con palabras o gestos, si deseo de hacer caca o pis, aun después de haberlo hecho.
– Si se encuentra incómodo con el pañal y tiene deseos de quitárselo por estar sucio.
– Si permanece seco durante pequeños periodos de tiempo, por ejemplo, la siesta.
– Si muestra interés por todo lo relacionado con el aseo.
– Si tiene deseo de agradar al adulto y colaborar.
¿QUÉ ACTITUDES DEBEN TENER LOS ADULTOS?
– Es preferible mostrar una actitud cariñosa, serena y flexible.
– Saber que el aprendizaje requiere tiempo y hay avances y retrocesos.
– Dejar que el niño explore su cuerpo.
– Reforzarlo ante el éxito (aplaudirle, palabras cariñosas, tirar al WC…)
– Ante un escape de pis o caca, NO castigas ni regañar, decirle con cariño que el pis se hace en el orinal y cambiarle de ropa.
– No obligar nunca al niño a sentarse en el orinal.
– Todos los adultos que participen en el proceso se control de esfínteres deben mostrar la misma actitud, para así evitar confusiones sen el niño.
PAUTAS A SEGUIR
– Empezaremos el proceso un fin de semana en casa y si el niño va a la escuela, se continuará después en ella. Primero se realizara una presentación del orinal, una vez iniciado el proceso no se debe jugar con él. El orinal tendrá su sitio propio en el cuarto de baño.
Comenzaremos poniendo al niño en el orinal cada hora y media o dos horas, no manteniéndole más de cinco minutos sentado. Durante esta primera fase seguimos manteniendo el pañal. No debe durar más de dos semanas aproximadamente. Este período de tiempo es orientativo, hay niños que necesitan más tiempo, esto no debe preocuparnos.
Tras esta fase, retiraremos el pañal durante todo el día, solo lo mantendremos durante los periodos de siesta y durante la noche. Esto debe comenzar un fin de semana en casa y después se continuara en la escuela si es el caso
Hay que tener en cuenta que, aunque en la fase anterior hayamos ido notando los pañales cada vez mas secos y viendo que hace pis o caca cada vez que se sienta en el orinal, esto no indica un éxito rotundo en esta nueva fase. De hecho el inicio de esta etapa suele tener bastantes altibajos… Pasadas un par de semanas difíciles, los resultados comienzan a dejarse ver.
Una vez hayamos quitado el pañal, no se puede volver a poner por ningún motivo, como por ejemplo ir de comprar o de visita, ya que estaríamos confundiendo al niño.
Cuando el niño haga caca o pis en el orinal, será motivo de alegría para todos y le ayudaremos a tirarlo al WC.
Si va a escuela, seria conveniente llevar ropa de cambio (3 ó 4 mudas) para evitar que el niño se quede sin ropa. Ésta debe ser cómoda, sin botones ni tirantes o cinturones, de esta forma facilitaremos la tarea del niño. Es importante que comiencen a utilizar braguitas o calzoncillos, dejando de usar el body.